Anoche estuvo aquí

Anoche volví a escuchar aquel disco.
Lo saqué del fondo del cajón donde lo dejé enterrado hace años. Hace muchos años. Hace tantos años. Hace demasiados años.

Volvieron a sonar aquellas canciones que escribieron un verano.
Canciones que cantan un verano. Veranos que escriben mil canciones.

Cerré la puerta de mi habitación,
me tumbé sobre la cama,
cerré los ojos y volé.

Volé tan alto y tan lejos que regresé hasta aquellos lugares.
Lugares que creí olvidados,
aquellas calles,
aquellos bares,
aquellas playas,
aquellas noches.

Y fuí recorriendo el tiempo en el viaje de vuelta, al mismo ritmo que marcan las canciones.
Con la fuerza de cada estribillo y la nostalgia que invade cada acorde.

Recordé dónde fuimos,
dónde nos perdimos,
y adónde nunca llegamos.

Cada uno de los pasos dados,
de las maletas de vuelta,
de los saltos al vacío,
y las promesas incumplidas.

Porque estas canciones están escritas con la misma sangre que nunca llegó al rio,
bajo un cielo de estrellas fugandose con nuestros deseos una noche de verano.

Porque no hay canción más triste, que la que nunca se terminó de escribir.


Anoche volví a escuchar aquel disco.
Lo guardé en el fondo del cajón donde lo dejé enterrado hace años. Hace muchos años. Hace tantos años. Hace demasiados años.

Soy fan de tí

Soy fan de tí.

Fan de tu sonrisa.

De tu piel morena en verano.

Del tacto de tu espalda acariciada por mis manos.

Del brillo de tus ojos después de 2 copas de vino.

Fan de tus lunares más ocultos.

De tus labios.

De mis dedos enredados en tu pelo.

Fan de tus abrazos al recibirme en la estación.

De tu cara sobre mi pecho por la mañana al despertar.

Del sabor de tus besos.

Del olor de tu cuello.

Fan de tu cara de felicidad,

y de sentirme culpable de ello.

De tus planes de futuro.

De tus vicios inconfesables.
Fan de dormir abrazado a tí.
De largas siestas en el sofá a tu lado.
De tu compañía de copiloto en mi coche,
sin saber a dónde vamos.

De tus ataques de risa.

De hacerte sufrir a base de cosquillas.

Fan de tu belleza.

De tus curvas.

De ver lo que nadie más puede ver.

De oir los latidos de tu corazón,

tumbados en la cama un Domingo por la mañana.

Fan de aprovechar cada segundo a tu lado,

y de saber que no será el último.

El video del verano

Esta es la historia de unos grandes tipos un verano en Galicia.

De vacaciones junto al mar,
de mágicas puestas de sol,
de salitre y arena en los bolsillos.

De días que no tienen fin,
de noches de recordar,
de mañanas para olvidar.

Dias de playa, piscina, chancletas, bañador y toalla.
De lugares que se quedan para siempre en la retina. 
De anécdotas que escribirían un libro.

La historia de un verano con acento gallego,
de reencuentros con un par de amigos,
de canciones sonando sin parar en el salón.