viernes, 14 de junio de 2013

El último rugido de La Catedral

San Mames by @donkeydesope

Miércoles 5 de Junio de 2013.
1:00 de la mañana.
Recién metido en la cama.
Noche mágica en San Mamés.
Sentimientos a flor de piel.

Hay muchas razones por las que se puede considerar un día o una noche inolvidable. Para mi la noche del pasado Miércoles en La Catedral, será una noche para contar a mis hijos y a mis nietos, igual que mi Aitite me contaba cómo era ese fútbol de aquella Delantera Mítica de Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza; o los goles de Dani  que nunca llegué a ver pero siempre me recordaba mi Aita. Yo estuve allí. Yo estuve en el último partido. Yo un día podré contar que oí el último rúgido de San Mamés.

La gente que no le guste el fútbol no lo entenderá.
Lo sé.
La gente que no es de Bilbao no lo entenderá.
Lo sé.
Habrá gente de Bilbao que no lo entenderá.
Lo sé.
by @donkeydesope
Pero el sentimiento que provoca el Athletic en los que hemos llegado a sentirlo de ésta manera, va mucho más allá de los once contra once dando patadas a un balón,
de los títulos y copas,
del 4-4-2,
de los regates y gambetas,
de los goles y las paradas,
de las ocasiones falladas,
de los fueras de juego evidentes y del penalty en el último minuto.
Porque aquí la sangre es rojiblanca, el fútbol se dice Athletic, los goles son "Bacalaos" narrados por el gran Jóse Iragorri, y el estadio de fútbol se dice San Mamés.

Y ese mismo estadio que ha visto jugar a todos los equipos que han competido algúna vez en primera división, así como a los mejores equipos de Europa y que éste Agosto cumplía 100 años, aunque aún nos cueste un tiempo asimilarlo, nos ha dicho adiós.
Adiós a 100 años de historia y a miles de recuerdos que será dificil que podamos olvidar.

Varios de esos miles de recuerdos comunes a toda la afición, los guardo yo de una manera personal en mi memoria.
Porque aunque suene a fanfarronería del Botxo, si ya es suerte haber nacido en Bilbao, más aún ser del Athletic.

Yo no soy socio del Athletic. Por eso, a pesar de que algunos años he tenido la suerte de acudir con más asiduidad al campo, para mí, cada visita al Estadio era un momento mágico, sin importar el equipo que jugase en contra.
by @donkeydesope
Porque sólo con cruzar los tornos, recoger el panfleto del partido en cuestión, atravesar los vetustos pasillos que acceden a los vomitorios, encontrar la puerta de acceso a tu zona a través de la cual se ve el verde más bonito que haya visto jamás, el olor único del césped de San Mamés y los cánticos y aplausos de 40.000 fieles gargantas en pié esperando a la salida del equipo para entonar el himno zurigorri, ya sólo con eso merece la pena estar ahí aunque te marches a casa con un 0-5.

Por eso daba igual si enfrente estaba la Selección de Bizkaia o los Harlem Globetrotters al completo;  no importaba rival ni resultado porque pasase lo que pasase, seguro que merecía la pena.

Y estaba seguro además de que no podía encontrar mejor compañía que la de mi Aita para compartir éste último suspiro de fútbol en el viejo campo.

Entonces monté La Trama; engañé a mi Aita diciéndole que iba a jugar un partido con los amigos; recolecté un par de carnets de socios en la misma tribuna (no sin antes haber peinado media Bizkaia durante toda la semana para conseguir tal logro) y utilicé de cómplice a mi Ama, haciéndole creer que él debía estar en casa pronto para ayudarla con unas cosas e ir luego a dar un paseo aprovechando el buen tiempo.

Así que me planté en casa a media tarde, me encontré a mi aita en el hall esperando a mi ama que llevaba ya media hora larga estirando el chicle haciendo tiempo hasta mi llegada, me inventé la primera excusa que me vino a la cabeza para explicar porqué había aparecido de imprevisto en casa, cogí la bufanda del Athletic en mi habitación y volví al hall para colgársela a mi Aita del cuello:

- Ala, cámbiate de ropa que nos vamos a San Mamés.

Juro que la cara de mi Aita si hubiera visto un cerdo con alas vestido de de Cenicienta sobrevolando el cielo a la vez que recitaba la biblia en Araméo antiguo, de lejos hubiera sido más normal que la que se le quedó en ese mismo momento.

by @donkeydesope
Nos plantamos pues en Bilbao, y el ambiente por las calles era el mismo que el de las grandes citas.
Y recorrimos juntos ése mismo camino que un día anduve por primera vez de su mano entre la marabunta de gente, con los bocatas de tortilla que Amatxu nos había preparado, con la bufanda del Athletic al cuello, la camiseta con el 8 de Julen  a la espalda,  y los ojos bien abiertos para no perder detalle de cuanto sucedía a mi alrededor.

Y llegamos al Campo, y esa misma sensación que se repite cada vez. Como si cada vez fuese la primera vez, como si cada vez fuese la última vez y como si ésta vez no quisiera darme cuénta de que iba a ser la última.

by @donkeydesope

100 camisetas rojiblancas por metro cuadrado,
Bufandas alzadas entonando el himno,
Banderas ondeando nuestros colores,
Olor al humo de puro,
Estadio en pié esperando la salida de los jugadores,
Athleeeeeeeetiiiic!! EUUUP!!

El grito de guerra retumba entre los cimientos del viejo San Mamés como el último empujón por hacer el esfuerzo de mantenerse en pié por lo menos otros 100 años más.

Salen los jugadores al campo y el público anima como si fuese la final de la Champions. Como si le fuese la vida en ello. Como un partido cualquiera de un Domingo más.

Mi aita me recuerda que mi Aitite fué socio durante muchos años muy cerca de la localidad que ocupamos, y que él solía venir a algunos partidos siempre que algún familiar le cedía un carnet.
Mira a las gradas, como si estuviera viendolas hace 40 años, y como si esa misma mano que se apoya sobre sus hombros, fuese la de mi aitite el primer día que le llevó a un partido en San Mamés.

by @donkeydesope

Me cuenta historias de los partidos que ha visto, de los jugadores rivales que han pasado por allí, de los regates de Sarabia, de que en la portería como Iribar no hay ninguno, de cómo imponía ver a "Rocky" Liceranzu y Goiko en el campo, y de tantas y tantas historias que recuerda mientras suena de fondo la Marcha Triunfal de Aida y las bufandas parecen coger vuelo.

Y el partido (malo) va pasando, pero entre las batallitas, el ambiente, las pipas, los cánticos, la ola, el "que bote San Mamés" y el bocata, se nos pasa más o menos rápido... El Athletic va perdiendo 1-0 y al partido no le quedan más que los últimos suspiros.

Xavi-Orbaiz by @donkeydesope
Quedan 8 minutos. Cambio en el Athletic. Sale Iturraspe, entra... Orbaiz?¿ Sorpresa para todos. Pablito Orbaiz. Merecido reencuentro con San Mamés que le brinda la ovación que no pudo recibir en su despedida.

Y la gente se crece, y puestos a pedir, corean el clásico "Julen Julen!". Un cambio más; se marcha De Marcos, entra... Julen Guerrero. El mismo. El 8. El ídolo de toda una generación de locos bajitos entre los que me incluyo, que no sabían de más colores, equipos, camisetas ni cracks que del inigualable único e irrepetible Julen Guerrero.
El Rey León, vuelve a enfundarse el brazalete de capitán, y al saltar al campo, ruge San Mamés como pocas veces antes lo había oido.

Julen Guerrero by @donkeydesope

Y siguen las sorpresas, y entra también Génar Andrinúa, el primer capitán del Athletic que yo conocí.
Y se suma a la fiesta "Dani"; Daniel Ruiz Bazán; el último pichichi del Athletic; aquel que mi aita me había contado durante años que no había jugador más pillo y más adecuado al término "ratón del área" que él.
San Mamés corea al unísono "Iribar, Iribar!" y aparece su figura entre los banquillos; Ahí está El Txopo. Carrera hacia la portería y salto para tocar el larguero. Tenían razón: "Como Iribar no hay ninguno".
Ahí están todos en el campo. Se juntan los ídolos de varias generaciones. Los ídolos del Aitite, del aita y del hijo y del nieto, todos juntos en San Mamés. Momento mágico e inolvidable.

Leyendas Athletic by @donkeydesope

Acaba el partido con un 0-1 en contra, pero con la sensación de haber ganado el trofeo más importante que pueda existir.
Con la certeza de que no podía haber mejor despedida que con una sorpresa como ésta.
Con las leyendas de nuestro equipo reunidas para la ocasión.
Con los fuegos artificiales, las banderas, las luces, los lásers y el himno del Athletic.
Con las imágenes de los mejores momentos de la historia en San Mamés reflejados en el proyector.
Con el silencio de la grada recordando todos los grandes momentos vividos.
Con mi aita y yo abrazados haciendo esfuerzos por mantener esa lagrimilla que acaba finalmente escapándose...

San Mames 100 by @donkeydesope

Gracias Aita, por regalarme esa camiseta cuando cumplí dos años.


Por todos los partidos de fútbol que habremos visto juntos, por la primera vez que me llevaste al campo, por esos gritos cada vez que marcaba el Athletic capaces de reventar los tímpanos al vecino de 2 casas más allá o por esas carreras del salón a la cocina para abrazarnos y celebrar los goles.

Porque esos mismos 2 colores que lucía orgulloso sin tener la más mínima conciencia del valor que representaban, son los mismos que he defendido durante años y defenderé durante muchos años más. Seguro.

Porque son los colores de mi equipo; de nuestro equipo. Ese equipo que me ha dado tantas penas como alegrías, tantas noches de buen fútbol como tardes de Domingo soporíferas delante del televisor en el sofá de casa, pero que sobretodo y antetodo, nunca he dejado de lado.

Por todo ésto y mucho más, ésta te la debía Aita.







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